jueves, 30 de enero de 2014

Anécdotas de viaje: Caleta Tortel, Región de Aysén, Chile

Hola a todos!:
      Mi primera entrada de viajes será de un viaje que hice hace dos años a la Patagonia Chilena. Viajé a la Región de Aysén y como familia queríamos llegar a Caleta Tortel. Habíamos visto el lugar en un programa de televisión, pero nunca imaginamos que sería tan mágico.
     Llegamos a Caleta Tortel un 25 de diciembre. bajamos las mochilas del bus, salimos del estacionamiento y nos dirigimos a las escaleras que nos llevaría al pueblo. Lo mágico es que las calles eran pasarelas hechas de madera de ciprés.


Luego de caminar y buscar alojamiento, la señora María Chodil (quien hace el mejor pan del pueblo) nos ofreció la cabaña de su hermano y su casa para que toda mi familia se alojara. Después me fui a recorrer el pueblo. Mientras tanto, Don Moisés nos preparó un delicioso cordero asado al palo, típico de la zona. Tardó como 6 horas en asarse, pero valió la pena la espera.
(Mi padre y Don Moisés)


Lo acompañamos de ensalada de lechuga y por supuesto cerveza.
Al día siguiente, me fui a subir uno de los cerros del lugar. Quedé bronceada, pero me dio igual. subí con mi hermana gemela y mi padre. Mi madre y mi hermana menor tuvieron que devolverse, ya que los tábanos desesperaron a mi hermana, quien en ese entonces tenía 12 años. La vista era grandiosa. Podía ver el pueblo, el delta del río Baker, la Isla de Los Muertos, el aeródromo, la Carretera Austral y algunas maravillas de ahí, como cascadas y los cerros colindantes.
(una cascada en la carretera austral)

(El pueblo de Caleta Tortel)


(El aeródromo)

(yo)

Después de almorzar en casa de doña María (Quien cocina delicioso), le dimos un tour a un turista japonés junto con mi hermano. Tenía 60 años y ¡recorrió la carretera austral en bicicleta! (asiáticos...). Luego me fui a la playa ancha, una playa no apta para el baño, pero es el punto donde la gente hace sus asados y hacen fiestas. 
Para el último día, dimos una última vuelta al pueblo. Nos tocó un hermoso día soleado.
(El pueblo de Caleta Tortel)

(El interior de la iglesia del pueblo...sencilla, ¿no?)

(La iglesia por fuera)

(Una escultura del Padre Ronchi)

Fue un lugar hermoso, un punto excelente para desconectarse y reencontrarse con lo simple y bello de la vida. La gente es muy sencilla y muy amable, cosa que en Santiago no se ve. Les recomiendo que vayan para allá. No se arrepentirán. Caleta Tortel roba el corazón de todos sus visitantes, quienes encuentran en este lugar mágico esa paz y tranquilidad que tanto anhelan.
(Mi familia con María Chodil)


(yo)

Pronto, más anécdotas y recomendaciones. ¡Bye!

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